“La ignorancia afirma o niega rotundamente; la Ciencia duda.” Francois Marie Arouet Voltaire

miércoles, 20 de mayo de 2015

Las grandes divisiones de la historia de la Tierra

Lo mas de 4500 m.a. que componen el tiempo geológico han sido divididos en intervalos para facilitar su comprensión: las unidades mayores son los eones, divididos en eras y estas, en periodos.
 En la actualidad, nos encontramos en el eón Fanerozoico, dentro de la era Terciaria o  Cenozoico y en el periodo Cuaternario.


Los grandes cambios de tipo geológico (tectonicos, climáticos, etc.) y, especialmente, las extinciones masivas de formas de vida son los criterios utilizados para establecer estas divisiones.

La Tierra en el Cenozoico

Los continentes resultantes de la ruptura de la Pangea continuaron dispersándose y los fragmentos empezaron a colisionar hasta producir la orogenia Alpina, durante la cual se elevaron los Alpes, el Cáucaso, los Pirineos y el Himalaya.
El clima se enfrió, y en el Cuaternario, grandes casquetes de hielo se extendieron por los continentes del hemisferio norte.

A lo largo de los ultimos dos millones de años se han registrado unas 18 pulsaciones glaciares, separadas por periodos interglaciares mas cortos. Estos sucesivos pulsos glaciares e interglaciares provocaron repetidas subidas y bajadas del nivel del mar de hasta 150 m.

La Tierra en el Mesozoico

A lo largo de la era Secundaria, se produjo la fragmentacion de Pangea y el surgimiento de los continentes y de los océanos actuales. Fue una larga época cálida durante la cual no se registraron glaciaciones.   

  La fragmentación de Pangea parece ser la causa de la importante subida del nivel del mar registrada en el Cretacico.

La Tierra en el Paleozoico


La Vida en el Precambrico

Los mares eran ricos en sustancias orgánicas de las que surgieron los organismos autotrofos fotosinteticos: las cianobacterias. Su actividad empobreció la atmósfera en dióxido de carbono y la enriqueció en oxigeno. 
La presencia de oxigeno provoca el surgimiento de los primeros organismos con respiración aerobia, capaces de utilizar este gas para oxidar compuestos orgánicos y producir energia